Doce años, y cuántas historias. Historias de resistencia, de lucha. De tropiezos, de alegrías, de fracasos y de orgullosas sonrisas. De banderas al viento y gritos al poder, de tribunas al cielo y elefantes blancos. Años de reinventarnos juntos. Historias de famosos traidores y héroes silenciosos, sin capa ni espada ni frondosa billetera. De hormigas de overol y un par de mecenas de cartón. Algunos muchos abrazos y demasiadas lágrimas. De burros al pasto y burros al mando. De ilusas ilusiones, de escépticos seriales. Tantas historias de sangre, sudor y pala. De viejos y nuevos amigos con hombros generosos donde llorarte, de tu sueño pisoteado y vuelto a maquillar. Años de desarraigo, puta bé. De pecho inflado a cualquier vuelto. Te amo te odio te amo te odio te amo. Siempre fue así.
Historias de lealtad y terapia intensiva, de mi brazo y tantos otros sosteniendo tu mano al costado de la cama de la Justicia.
Ahora que tenés el alta te quiero sacar a pasear. Por el barrio, claro. Te paso a buscar por ahí, a eso de las siete. Voy de verde, así me reconocés.