Pocho + 10

Suena atrevido, hasta triste, ponerse a evaluar si el punto conseguido en San Martín contra Chacarita, suma o sirve para algo.
Es cómo empezar a reconocer que el derrotero de este torneo nos va a ver peleando el descenso más que en los puestos de vanguardias.
Pero si consideramos que en 14 fecha solo ganamos un partido, haber perdido con Chacarita hubiera sido un golpe de Nocaut.
Salimos Miño al arco, línea de cuatro con Grana, Arena, Díaz y Cáceres. Dos en el medio con Gómez y Galetto. Más adelante con Román, Torres y Giaccone. Arriba Díaz
Ellos con once cobardes miserables, que lo único sistemático que hicieron fue pegarle arteramente a un pibe de 18 años, buscando sacarlo del partido.
Una nueva búsqueda de la dupla, esta vez dos “cincos” parados delante de la línea de cuatro cómo para tener más recuperación en el medio y que Gómez tuviera ayuda para hacer su tarea. Los tres en el medio para armar juego y Enzo Díaz viendo que se podía inventar.
Y los primeros minutos Ferro juega un poco mejor, simplemente por el impulso de Giaccone y por un par de aciertos de Grana en la subida, pero basta que Chacarita se de cuenta que la doble contención de Galetto y Gómez no funciona, ajuste un poco las marcas por la bandas, para que el partido se haga ríspido e inmirable.
Generar jugadas de gol no va a costar porque Diaz, no es un jugador de pivoteo y porque al pibe Román no le sienta jugar pegado a la raya.
Todo entonces quedará en lo que pueda generar Torres y todos sabemos que el debe del Laucha es su intermitencia a la hora de estar en el partido.
Ellos tienen dos claras, nosotros más o menos lo mismo y el primer tiempo se va con un empate que es justo.
Decíamos en el comentario anterior que, dentro del aprendizaje forzado que está haciendo El Murga para jugar de 5, tenía que entender que él no podía perder la pelota. Creo que ahora lo debe haber aprendido a fuego, porque le roban la pelota en el medio, y sin caer en delirios místicos ni hablar de la suerte, no deja de ser cierto que a Ferro no le perdonan una. Uno de ellos avanza con la pelota, no puede creer que lo dejen avanzar tan solo, y le pega recto junto a un palo para poner el partido 0-1
La verdad, no voy a mentir, la sensación era que no había chance de empatar. Ellos hacen el planteo miserable del 95% de las murgas que juegan este campeonato. Se abroquelan atrás, te regalan la pelota y esperan.
Los cambios que manda la dupla no se entienden mucho. Un insólito Márquez por Galetto que pareció que salió porque lo estaban atendiendo. Asprea por Torres, Murillo con la pierna cambiada por Cáceres, Ruiz Gómez por Giaccone.
Descifrar cual era el planteo te la debo, porque no se entiende cómo se para el equipo ni cómo se mueve.
La sensación es que solo nos puede salvar una individualidad o un milagro…y las dos cosas suceden. La toma Román en el eje central hacia la izquierda (que es por dónde le gusta moverse) se saca dos de encima y con un hermoso disparo la cuelga (literal) del ángulo del arquero.
El pibe que se había bancado que todos los soretes cagones de Chaca lo bajaran a patadas, les devuelve tanta mierda en un gol de otro partido.
Los de San Martín se vienen, porque estos equipos miserables se acuerdan de atacar cuándo les empatan, pero son tan malos que no ocasionan ninguna jugada de peligro.
El empate obviamente no se festeja, pero no deja de ser positivo. Habrá que dejarse de estupideces dirigenciales y renovar el contrato del pibe Román y de ahí traer refuerzos que cumplan con la función de los jugadores que dejamos ir al principio del torneo por la idiotez del DT que nos trajo nuestro “Competente Asesor Deportivo” .
El tiempo cada vez es más corto y se han hecho las cosas tan espantosamente mal que reencauzarlas llevará un tiempo que, ojalá tengamos.