La primera vez

Melena

Y si verdolaga, no me voy a meter con tu vida privada pero convengamos que, quien más quien menos, nadie la ha pasado bien en su “Primera Vez”.
Nervios, no entender mucho lo que hay que hacer, sentirse mal, sentirse bien, intuir que no se está haciendo las cosas bien pero no saber cómo cambiar, para que una vez “consumado el hecho”, salir feliz con el deber cumplido y mirando el futuro esperando “lo que vendrá”.

Bueno, eso es más o menos lo que sintió el equipo al terminar el partido con Brown.

Salimos con Miño al arco, línea de 4 con Grana, Díaz, Tarón y Cáceres. Tres en el medio con Asprea, Gómez y Torres y tres arriba con Ruiz Gómez, Díaz y Giaccone.

Ellos con 10 que ni sé cómo se llaman (me parece que uno era Mancinelli, pero no puede ser porque ya debe estar retirado) y con la camiseta diez Rolle que es el último jugador distinto de este torneo (si, a veces tengo buen corazón con el rival).
Noche fría, había un par de esquimales con hipotermia en la platea. Sensación de que este era el partido que tenía que romper con la racha nefasta que arrastrábamos.

Arrancó como para que esto sucediera, Ferro haciendo presión alta, pero alta en serio y coordinada. Recuperando rápido la pelota y buscando asociarse en el juego. Para eso el encargado era Torres que siempre la pasaba limpia y al mejor ubicado. Gómez bien parado en el medio, no sufría como en partidos anteriores, porque la presión mencionada le aliviaba un poco la tarea.

A eso sumale que ellos no podían dar dos pases seguidos, encima a los 20 se quedan con uno menos por una plancha del 5 que más que el Tribunal de Disciplina lo tendría que juzgar el Tribunal de La Haya y para peor, sin haber creado mucho riesgo nos encontramos con el gol.
Una buena jugada, con paciencia la pelota le termina llegando a Giaccone que se la da a Díaz, de espalda al arco y este saca una mediavuelta que se clava abajo.

La noche parecía alinearse, ganábamos 1-0, de local, con un jugador más. Nada podía salir mal.
Y aquí es dónde no me voy a amparar en las situación de le inmensa necesidad de ganar, pero es cierto que algo de eso hay.
Si bien hasta el gol no habíamos creado grandes situaciones, había un intención de jugar ordenado contra un rival que se abroquelaba atrás. Con las subidas de Grana, con las habilitaciones de Torres, con los intentos fallidos de Ruiz Gómez, con los movimientos de Enzo Diaz, pero no pasábamos de eso.
Nos repetíamos constantemente y no teníamos la más mínima inventiva para generar una jugada de peligro.

Para el segundo uno suponía que quizás todo iba a seguir igual y que, casi por decantación, en algún momento iba a llegar el segundo gol. Pero en una de las primeras jugadas de la etapa, el que se pierde un gol increíble es Brown y de allí en más, realmente nos pesó el partido.
Por izquierda no teníamos llegada, por derecha un poco con Grana. Nos desordenamos, quedamos mal parados y ellos se no venían. Sin crear gran peligro pero sin que se notara que ellos tenían un jugador menos.

La dupla manda a Marquez por Díaz (el 9 tuvo un golpe) y a López por un intrascendente Asprea que nunca se sintió cómodo en su posición. La idea es fortificar el medio y recuperar la pelota que, hacía rato, nos habían sacado. Pero nada de esto pasa.
Ellos nos vuelven a perdonar la vida en otra jugada y esto se pone feo.
Más allá de todo el partido es malo, sin que pase nada interesante. Ahora la dupla manda a Galleto y Ellacópulos por Giaccone y Torres.
Quedamos parado con una especie de 4-5-1 para cerrar el partido y ahora sí nos comen los nervios pero ellos no pueden armar una jugada.

El partido por fin termina, nos perdemos un gol sobre la hora, que hubiera sido injusto.
Se ganó y es muy importante, hubiera sido un golpe casi de KO que nos empataran un partido que se había mostrado tan favorable de entrada.

Uno entiende que la pelota quema, que la confianza merma y que eso es lo que origina, probablemente, esas faltas de ideas para generar peligro, para generar los espacios en dónde entrar al área.
¿Será este un punto de partida? Difícil afirmarlo, este equipo quizás pueda jugar mejor. Sin la mochila del “no ganar”.

Foto: @FerroOficial

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