Es una campaña extraña la de este torneo, y eso que hemos visto campañas extrañas en todos estos años. Empezando por los partidos del comienzo con Sara y siguiendo con este devenir de Cordon que, seamos justos, recién comienza, increíblemente sumamos más puntos de visitantes que de local.
Habiendo torneos, dónde si nos alejábamos más de 5 cuadras de Avelllaneda 1240 ya empezábamos perdiendo, en este torneo lo que más nos cuesta es hacernos fuertes de local.
Si a esto le sumamos que, también extrañamente, el equipo muestra cierta autoridad a la hora de reponerse de un gol en contra o de un empate rápido, todo se hace irreconocible.
Un poco de todo esto se vio en el partido contra Riestra y por ello el empate final, es casi un resumen de lo que venimos viviendo en este campeonato.
Salimos con Jachfe al arco, cuatro en el fondo con Grana, Arena, Alvarado y Rodríguez. Otros cuatro en el medio con Campos, Erbes, Machado y Moreyra. Arriba con Díaz (por Herrera lesionado) y Palacio.
Iba a dar la formación de Deportivo Riestra pero con lo mala leche, rastrero y miserable que es este club, tengo miedo que no se pueda hacer por el secreto de sumario.
Más errores juntos no pudimos cometer en el principio del partido, por momentos parecía que todos lo jugadores estaban en contra de Ferro y siendo así, a nadie le puede sorprender que a los cinco minutos ya estemos perdiendo.
Muchos pensamos en un momento que el gol nace de un error de Arena, pero en realidad si bien es cierto que al intentar despejar, la pelota le rebota a uno de ellos que queda mano a mano con Jachfe, más que un error es una acción desafortunada.
Errores peores íbamos a cometer a lo largo de todo el partido.
Pero cómo señalaba al comienzo de este comentario, el gol tempranero lo absorbemos bien y salimos a dar vuelta un partido que casi, ni se había empezado a disputar.
Riestra era una fiesta, todos conocemos a este club miserable, ellos juegan al límite porque saben que siempre tienen un foul más, un área que se hace más grande (en un par de partidos esto fue literal) si el que cae es un jugador de ellos o más chica si el que cae es un contrario. Pueden quejarse más, demorar más, mentir más, ensuciar más siempre ante la atenta mirada hacia cualquier lado de los imberbes del “Clan Beligoy”.
Se cierran atrás, te arman una línea de 5 que por momento se estira a 6 y empatarles se hace muy cuesta arriba.
Las maneras que podes jugar ante una mierda cómo esta es siendo preciso en el pase, evitar la fricción que, inevitablemente derivará en un foul a favor de ellos y ser intenso tanto en la recuperación cómo en las transiciones.
La otra es pegarle de afuera, con cierto riesgo, cómo para que ellos salgan de la “cueva” y se generen espacios y la otra es…robarles la billetera, y esto lo hace un pibe alcanzapelotas (El “Pulga” Suárez) que repone rápidamente una pelota que se había ido afuera y se la tira a Grana. El Capitán también se aviva y se la tira a Díaz, para que este mande un centro que los agarra mal parados y por el segundo palo (algo que sucedió toda la noche y nunca lo aprovechamos) entre solo Palacio para poner el 1-1
Hasta que esto pasó sufríamos porque no teníamos ninguna de las cosas antes enunciadas. El único que entendía lo que había que hacer (Y acá me agarro a las piñas con quien sea…a no ser que sea muy grandotes y en ese caso le invito un café y lo charlamos) era Moreyra. Yo sé que a algunos el pibe les parece algo morfón y a otros impreciso, pero More parece morfón porque nadie se le acerca a generar juego, principalmente porque Díaz, que en este partido cumplía la función de 9 de área no es algo que sienta. Y la imprecisión de Moreyra está dada porque siempre quiere ser disruptivo, no se conforma con jugarla corta al que tiene al lado o más cerca, siempre busca el pase entre líneas o dar la pelota donde el compañero “va a estar” y no “dónde está”. Eso sin mencionar que se debe haber comido por lo menos 15 foules, desde el táctico hasta el descalificador (Característica de estos energúmenos del Bajo Flores)
Campos se alinea en la misma idea pero la pelota no le llega tanto, porque la recuperación queda supeditada a lo que pueda hacer Machado y en este partido pagó la falta de fútbol.
Así y todo el 1-1 cayó en un momento justo para calmar un equipo que tenía serios desacoples defensivos que hacían que, por momento Arena jugara de 2 de 6 y de 3 sin perder de vista, por las dudas, lo que pasaba por la derecha.
Así y todo damos vuelta el partido, por actitud y porque no bajamos los brazos pero de fútbol, en deuda. Otra vez aprovechamos que para ellos el segundo palo no existe, centro de Campos entra el Perro Rodríguez y pone el 2-1
Para el segundo tiempo, si somos vivos, lo podemos definir. Estos impresentables tendrán todas las mañas que quieras pero, cómo cualquiera, si van perdiendo tienen que salir a buscar el partido y puede haber espacios…si somos vivos.
Pagamos caro algo que pasó todo el partido, le comen la espalda a Erbes, el 9 de ellos recibe para, Alvarado lo dejá hacer y se la pivotea al que le comió la espalda al Pichi que hace un foul innecesario en la puerta del área. Le pega uno de ellos y la clava abajo. Casi que si digo que nos lo empatamos nosotros exagero, pero no tanto.
Y el partido va a cambiar con ellos, otra vez quemando gomas y armando un piquete en su área, más aún cuándo un zarpado se va de mambo y le pone un codazo a Arena delante de esa materia fecal vestida de azul que se hace llamar árbitro al que no le queda otra que expulsarlo.
Y cuándo uno supone que la cosa se puede poner más fácil, nuevamente nos complicamos solos. El Gordo manda a Vázquez y Retamar x Machado y Campos. Ampliar la cancha con Retamar y un poco más de fútbol con Vázquez (además que Machado estaba fundido), pero no le encontramos la vuelta. Hacemos circular la pelota, lateralizamos sin profundidad y se hace muy difícil. Olmedo X Palacio no mueve el amperímetro, el partido se va muriendo sin que podamos hacer nada para cambiar el resultado final.
La sensación de haber perdido un punto, más que una sensación es una certeza. Preocupa los desacoples defensivos que parecían superados y que nos tuvieron a maltraer todo el primer tiempo.
Si queremos pelear será menester empezar a hacernos fuertes de local, terminar de afianzar lo que se venía afianzando pero por sobre todo no caer en desatenciones que se dan en casi todos los partidos.
Mantener esta actitud que le permite al equipo sobreponerse de los golpes de un partido y por sobre todas las cosas, terminar de definir una identidad que, por momentos, amenaza con aparecer pero que todavía no tenemos.
Tiempo hay, pero no hay que dejar pasar demasiado.
(Foto Franco Fagioli)
