Si al revés, decíamos que era preocupante que en muchos partidos empezamos perdiendo desde el vestuario, que podíamos plantear cómo jugar, después de mirar ochocientas horas de video, pero si te hacen un gol en los primeros diez minutos mucho no sirve.
Pero en este partido pasó todo al revés, los primeros 30 minutos Ferro hizo casi todo bien, incluido dos goles y el resto del partido fue una letanía de partido definido, que se alteró con el gol de Tristán, pero tampoco mucho.
Salimos con Jachfe al arco, línea de cuatro con Grana, Arena, Boolsen (cinco amarillas de Alvarado) y Rodríguez. Cuatro en el medio con Campos, Vázquez, Erbes y Mosca. Arriba Diaz y Herrera.
Iba a dar la formación de Tristán Suárez, pero me pasaron cualquier cosa, dicen que jugaron Bergessio y Datolo ¡Dale! ¡Cómo van a jugar esos dos!
Cómo ya señalaba, los primeros minutos de Ferro fueron muy buenos, con el 4-4-2 que se transformaba en un 4-1-4-1, y marcaba una ventaja en el medio campo que los de Ezeiza no podían superar.
Con un Díaz jugando por afuera, aprovechando que los laterales de ellos no lo podían agarrar, con Campos y Mosca juntándose en el medio y con Vázquez y Erbes turnándose en copar el medio, Ferro iba llegando al arco de Suárez.
De un córner desde la izquierda llega el primer gol. No sé si fue una jugada preparada, porque es la más vieja de la historia del fútbol, pero lo cierto es que viene el centro al primer palo, dónde Díaz la levanta al segundo por dónde entraban tres jugadores, el último era Mosca que la manda al fondo del arco.
Y si bien iban ocho minutos, el resultado era justo, porque hasta ahí había un solo equipo en la cancha.
Con presión en todo el campo, con transiciones rápidas, con un fondo seguro dónde ni Boolsen ni Arena se complicaban y despejaban todos los pelotazos que tiraban ellos, pero esta vez estábamos atento a la segunda jugada. Todo parecía dado para el segundo gol y no pasaron más de siete minutos y llegó.
Jugada en velocidad entre Herrera y Díaz y este último…se tira ¿Para qué lo vamos a negar? Nosotros siempre decimos que los árbitros son horribles.
Herrera lo cambia por gol y el partido a esa altura parece definido.
Bajamos un poco el ritmo, le damos la pelota a ellos y no saben mucho que hacer con ella.
Esto se iba a repetir en el segundo tiempo, pero un poco más preocupante, porque si ellos no crean peligro es porque no tienen idea de que hacer con la pelota, pero una cosa es dar la pelota y otra regalar la iniciativa y no tener un plan de que hacer cuándo la recuperamos.
Cordon manda a Retamar, Machado y Di Lena x Herrera, Vázquez y Rodríguez. Extraño porque Díaz, si bien estaba jugando un gran partido, tenía una amarilla y molestias en el primer tiempo. Tan así que diez minutos después se vino un nuevo cambio Villalva x Díaz y empezamos a jugar sin nueve, porque el Keko se paró más atrás, Retamar iba por afuera y nadie llegaba por el medio.
No sufríamos principalmente porque ellos eran imprecisos, tenían la pelota, la hacían circular, pero en los último metros, irremediablemente la terminaban perdiendo.
Nada podía complicar el partido salvo que cometiéramos un error…y así fue. Jachfe sale lejos a buscar un centro, llega tarde, se lleva puesto a Datolo y Bergessio lo cambia por gol.
Faltan cinco y se venía el sufrimiento. Pero nada de eso pasa, porque basta que Ferro vuelva a jugar, presionar en la salida, y a asociarse para que, ellos cometan un error que les cuesta un tiro libre a borde del área y la expulsión del 6.
Final de un partido que había que ganar si o si. Se jugó bien al principio y mal al final. El partido con Atlanta es de vital importancia cómo los cuatros partidos que quedan y que pueden significar el acceso al Reducido.
Si se puede repetir lo del primer tiempo se puede, si se juega cómo en el segundo se complica.
