El gol de Ferro sería la envidia de Guardiola. Hay un tramo de toqueteo y distracción, hay un cambio de ritmo, un delicioso pase filtrado del Chapu, un tomà-y-hacelo de Grana y un control y definición excelsa de Tesuri, cacheteando suavecito y con desdén a la red de costado, esa que certifica golazos.
Ferro ratificó todo lo bueno de Córdoba, con más suerte, eso sí. Fue puro fútbol y corazón. Y muchísima actitud. El nivel del rival le da mayor mérito al triunfo. Un equipo frontal y de desconocidos que también apuesta a jugar. Y que lo arreó gran parte del ST contra Bailo. Pero hasta eso aprovechó Ferro. Con contragolpes feroces que lo dejaron 3 veces mano a mano con el arquero de Estudiantes. Y solo la recurrente falta de definición nos privó de cerrar la persiana antes de sufrir tanto. El Negrito Maidana cancherando un poco, Asprea que se quedó sin nafta en los metros finales y Tarasco que le erró al arco dilapidaron algunos años de nuestras vidas. Sin contar la del Chapu que hizo una de papi-fútbol pero la terminó mal, y la del caño que le sonó a Asprea.
Hubo una grandísima tarea de la defensa que parece asentarse bajo la tutela de Canto. Mazur merece el desagravio de tantas ultimas críticas tan solo por esa cierre con la pierna extendida por el suelo y con el riesgo del penal latente. Bailo sacó un par para recuperar su imagen. Y Miranda volvió a ser el pacman que se hizo patrón del medio al final del campeonato pasado. Por encima de todos, el Chapu : rompió al aplausómetro. Su ST fue descomunal. El PT de Tesuri demostró que necesita libertad para desplegar las alas y aparecer por cualquier lado. Pero lo mejor fue la solidaridad de todos, la concentración absoluta y la voluntad de querer jugar siempre.
Los 3 puntos alejan fantasmas y acercan, otra vez, nuevas ilusiones. Nuestras modestas ilusiones. Esas que nos inventamos siempre con un par de partidos mágicos, especialmente como el de ayer. Pero vamos tranquilos. Como diría Serrat, de vez en cuando la vida nos regala un sueño tan escurridizo, que hay que andarlo de puntillas por no romper el hechizo…
Obviamente sirve ganar y ganar así, siendo superior pero sin brillar, también. Con el mameluco puesto, luchando y poniendo, cuidando la pelota pero si hay que saltar línea se salta. ...