No te voy a mentir verdolaga, yo estoy igual que vos y vos igual que todos. Cuando termino el partido se generó la peor reacción que puede brindar el fútbol, la nada misma. Algunos aplaudieron, otros putearon y la gran mayoría nos levantamos y nos fuimos.
Porque lo que genera este Ferro es eso, indiferencia.
Para ser estrictamente sincero, no jugó mal el equipo y hasta por momentos te diría que jugó bien.
Con un Torres que señalábamos anteriormente, venía pidiendo titularidad (sin olvidar que el inútil propalador de frases sin sentido, que nos trajo el “Asesor futbolístico” y que teníamos cómo DT, no lo tenía en cuenta) que hizo jugar al equipo, que supo cuándo abrir la cancha, cuándo filtrar el pase, pero además le sumo sacrificio en la recuperación y con eso le alivió un montón la tarea a Nico Gómez, que está cómo el “plomero de Titanic” tapando agujeros y aprendiendo un “oficio”. Ya se mueve cómo un cinco y distribuye cómo tal, va a tener que aprender que cuándo él pierde la pelota, en ese lugar de la cancha, se complica y aún así, no obstante ello, no nos agarraron regalados cómo los partidos anteriores. Tarón y Arena se empiezan a conocer, Grana se ordena un poco más y Cáceres hace lo que puede. Fuimos más ordenados y retrocedimos dentro de todo bien.
Tuvimos un poco más de juego en el medio, porque se entendió que Román (¿Ya firmó el contrato muchacho o se lo vamos a prestar a Deportivo La Chagar de Tero Tartamudo con un arreglo de palabra en un “futuro pase”?) está más cómodo jugando libre por el frente y buscando armar sociedades con los que anden por ahí. Y los que andan por ahí son Gónzalez y Díaz, que se movieron haciendo el equipo ancho. El que no estuvo fue Ellacópulos que cada vez está más desconectado y es a uno de los que más se extraña.
Con todo esto Ferro pudo y debió ganar el partido, sumado a que los “niños infradotados de Beligoy” que nos mandan cada partido, siguen metiéndonos la mano en el bolsillo, de local y de visitante, mientras en la AFA tenemos menos presencia al punto de que dudan si todavía estamos afiliado a esa Asociación.
Pero llegó el error de Miño, no nos perdonan una y la tuvimos que ir a buscar adentro.
La dupla técnica le agarra la desesperación mete cambios por lo menos “extraños” y así y todo pudimos haber empatado si el arquero de ellos no se hubiera disfrazado de “Curtua” y sacarnos tres pelotas que eran gol
No sé que decirte verdolaga, te soy sincero, esta realidad casi que me avergüenza, porque encima el torneo pasado habíamos ganado cierta notoriedad y hoy cuándo te paran los que te conocen, que sabes que sos de Ferro pero de fútbol no saben mucho y te dicen “Y qué onda Ferrito ¿Cómo vienen este año?” yo prefiero simular que me llaman de otro lado y escapar sin responder.
¿Qué les voy a decir? ¿Qué estamos últimos y ganamos solamente un partido en la primera fecha?
¿Qué armamos un plantel inentendible con jugadores superpuestos en posiciones y ausencias escandalosas en otros puestos?
No lo niego, por momentos pienso, “Traigan un DT de esos que al fútbol le dicen fulbo, que te ponen un micro delante del arco y que esperan al rival, aunque sea la categoría 2000 de FEFI de Juventud Unida de Claypole.”
No sé que escribir, porque todos sabemos que el problema del fútbol en Ferro es estructural y no es de este semestre. Caerle a este “Grupo” no sería serio si esa es la única opción. Pareciera que los tipos laburan y quieren solucionar las cosas, con un plantel que no armaron, con jugadores que no pueden adaptar a lo que ellos piensan y lo dramático es que esto es así hace rato, hace mucho y siempre con el mismo resultado. El factor común es claro y quizás ahí se encuentre el cambio que solucione este entuerto.
Por ahora quedará la esperanza de torcer este rumbo, por lo menos escapar del fondo y con suerte, entrar a un reducido cómo para ser un poco más digno el torneo.
Pero la solución de fondo, la que tiene cambiar el rumbo y cómo se hacen las cosas con el fútbol de Ferro, esa solución es mucho más profunda y depende de todos nosotros.
*Foto: FerroOficial