No es por ser autorreferencial, no soy quién para autorreferenciarme, pero si algo vengo escribiendo en los últimos comentarios es que a este equipo le falta, entre otras cosas, un “Plan B” durante el partido.
Se podrá decir que, en líneas generales, el equipo sale a buscar los partidos, que trata de llevar la iniciativa, que a veces intenta jugar. Pero todo esto que es resaltable, se esfuma cuándo el rival se para de cara al partido, interpreta lo que quiere hacer Ferro y, obviamente, lo soluciona.
De allí en más somos 11 voluntades transitando el campo de juego, esperando ver si Román puede inventar algo, esperando ver cómo se levantó Mosca a la mañana para armar algo y sumandos reemplazos a la cancha que, a veces, no se entienden mucho su función.
Si a lo escrito, le sumas que los goles en contra te los haces vos, cómo que es demasiado
Todo eso pasó con All Boys.
Salimos con Miño al arco, Grana y nos encontramos con la sorpresa de Arena de dos y Gaby Díaz de seis. No se entiende mucho el cambio, uno sabe que Arena es derecho y viene jugando de 6 simple e increíblemente porque entre los que “saben” de fútbol en el club, el “Asesor Deportivo” y el Técnico que trajeron, armaron un plantel lleno de centrales derechos, un zurdo que trajeron de inferiores de Banfield que lo convocaron para este partido por la lesión de Tarón. Ya volveremos más adelante con esto. Completa la línea de cuatro Cáceres.
Dos delante de ellos con Gómez y Mosca. Tres más adelante con Giaccone, Román y Ruíz Gómez y arriba Enzo Díaz.
All Boys se presentó a jugar.
Decíamos que ya casi todos sabemos a lo que jugamos. Intentar ser prolijos en la salida, generar espacios cuándo ellos se adelantan a presionar y buscar las espaldas de los laterales contrarios o generar espacios en las diagonales entre los centrales.
Los primeros minutos del partido nos sale todo. Porque por las espaldas de los laterales de All Boys pasaba hasta un extremo de la selección paraolímpica y Giaccone aprovechaba eso para generar peligro. Mosca estaba preciso en los pases y todo era viento a favor. Así llegó el primero, pase de Mosca a espaldas del 4, Giaccone le gana la espalda, centro al medio y Ruíz Gómez la empuja al arco vacío.
Uno a cero desde el vestuario.
Pero el rival también ve el partido. All Boys se hace un poco más largo, es decir meta presión alta, pero su línea defensiva no se adelante tanto. Los del medio se paran bien en el círculo central para ganar la zona, especialmente Muñoz, otro 5 de la categoría que, junto con Miranda, entienden este torneo a la perfección, mientras nosotros tenemos que “capacitar” al 5 de la reserva de Boca, que ni siquiera fue citado, mientras el 5 de la reserva de Racing ya se fue “bochado” de la categoría (Otro éxito de la dirigencia y del “Asesor Deportivo”).
Con esto, nos roban la pelota, nos cortan el circuito de juego que se había empezado a insinuar, se nos vienen encima y en 5 minutos nos empatan el partido.
Y el gol nos lo hacemos nosotros. Dejamos que el 10 mande un centro solito, Miño sale a descolgar la ropa en la terraza, los centrales miran y el 9 de ellos les gana a todos y la manda al fondo del arco.
Con el 1-1 el partido se hace de ida y vuelta, intenso y en dónde el primero que se equivoque la paga y…¿Quién la paga? Obviamente Ferro. Volvemos al temita que quizás me llamó la atención a mi solo. Arena de dos, Díaz de seis, porque el segundo gol de ellos llega después de que no la sacáramos del área durante, más o menos, tres días. Cabeceamos, le pegamos mordido, nos tropezamos, el asunto es que uno de ellos (Marco Sánchez, otro que te suena) tira cruzado, más para terminar la jugada, Miño hace la de vóley que nos tiene acostumbrado, la pelota le cae al 6 de ellos solo en el área, le pega con la página 42 del “Manual de Alumno Bonaerense” y pasamos a perder 1-2.
Que quede claro, no soy un necio para caerle a Miño, nos salvó en un montón de partidos, pero tampoco vamos a dejar de marcar cierta responsabilidad en los goles. Una mala noche la tiene cualquiera y la calidad del arquero es indiscutible.
Sentimos el golpe de tratar de dar vuelta el partido. El nueve de ellos nos complica toda la noche (Perdón por la insistencia pero ¿No será por el cambio de posición de los centrales?), sin embargo algunas llegadas tenemos. Si bien perdimos la pelota y la iniciativa, ellos no crean grandes situaciones y nosotros estamos siempre a punto de generar algo, pero nos falta el último pase o el centro correcto.
Otro tema al que no le damos solución es el Pocho. El pibe es crack, lo sabemos, pero todos lo saben y se toman el trabajo de aislarlo y hacerle foul tácticos. Lo de los foules no lo podemos solucionar, será que alguna vez nos dirija un árbitro con un IQ superior al de una babosa para que esto se solucione. Pero que ellos anulen a Román, deja si o si espacios que hoy no aprovechamos porque o no somos precisos o porque no logramos juntarnos para armar juego.
Así se va el primer tiempo, con un resultado que, no lo vamos a negar, simplemente por la inteligencia en el juego, es justo.
Nos descongelamos con un soplete y esperamos el segundo tiempo
Y el segundo tiempo nos llega con un gol a los 5 minutos. Córner desde la izquierda, Ferro marca (por llamarlo de alguna manera) en zona, uno de ellos la peina y por el medio solo y libre de marca entra ¡¡El 9 de ellos!!, y pone el 1-3.
Para que negarlo, la sensación de partido liquidado era enorme. All Boys baja el ritmo, el partido en el primero había sido intenso en lo físico. Se retrasa un poco y espera alguna contra
¿Nosotros? Mandamos a Torres y Nuñez por Gómez y Román. Es decir a seguir insistiendo con el juego por las bandas, que ahora están cerradas completamente. Entra el Keko Villalba por Giaccone a hacer lo mismo que venía haciendo el pibe, pero se da cuenta que por la punta se va a hacer difícil, entonces prefiere moverse en diagonal y tratar de mover al fondo de All Boys que viene despejando todos los pelotazos que venimos tirando. Es una buena la del Keko, por un lado porque se animó a algo nuevo y por otro porque demostró que puede ser una alternativa.
Sale Cáceres y entra Murillo a jugar con la pierna cambiada (No tenemos un tres suplente, otro tilde para los que “saben” y el “Asesor”)
No pasa mucho, podríamos haber descontado, pero el resultado final es justo.
El Gran “Negro” Fontanarrosa contaba siempre la historia del tipo que saltó desde el piso 50 de un edificio y a la altura del piso 20 pensó “Hasta acá vamos bien”. Quedan 13 fechas, en una racha ganamos 5 partidos y ahora hace 5 que no ganamos. Pedir que se vaya el CT 7es una locura, habrá que seguir hasta el final. Esperemos que no hayamos saltado del edificio, pero lamentablemente lo que no podemos decir es “Hasta acá vamos bien”
Foto www.ferrocarriloeste.com.ar