Si verdolaga, viste como son los yanquis en la industria del “entertaiment” cuándo se quedan sin ideas empiezan a refritar todos y tiran cómo veinte años más. Primero en el cómics y después en el cine, los tipos inventaron el “Mulitverso” una infinidad de Universos paralelos, dónde en uno te amasijan al garca del “Capitán América”, en otro es negro, en otro es latino, puede ser mujer y así afanan con la misma historia.
Bueno, Ferro es un personaje con “Multiversos” Un partido es un equipo sólido, al otro se come 4, pierde con el puntero jugando bien, gana jugando más o menos o pierde con San Miguel jugando a cualquier cosa menos fútbol.
La cagada es que en ningún multiverso Ferro gana, gusta y golea.
A veces, cómo justamente en las películas yanquis, en un mismo partido parece un superhéroe y luego se transforma en villano.
Salimos con Moretti al arco. Línea de cuatro con Kihm, Rivero, Boolsen y Ayala. Otros cuatro en el medio con Cosi, Castellani, Ramírez y Palacio. Arriba García y Romero.
San Miguel con 11 bartender de los salones Jano´s.
Todos lo conocemos al “Sapito” Coleoni, lo vivimos en Ferro pero además, bah por lo menos yo, después le seguimos la carrera. Juega siempre igual, pero inteligentemente.
Te mete presión arriba, no se postula cómo protagonista del partido, pero cuándo la agarra ¡Preparate! Sale rápido con dos extremos y te llega al área con los delanteros y los volantes. Las transiciones son rápidas y casi de memoria.
Le llevo 10 minutos a San Miguel leer el partido, ver los puntos débiles y saber cómo lastimar (como se dice ahora)
Esos primeros 10 minutos Ferro hacía todo con paciencia (quizás demasiada) y si bien no sorprendía, se jugaba más en el campo de ellos que en el nuestro.
Pero bastó que el contrario copara el medio, partiendo a Ferro, cerrándole el incipiente circuito que se armaba entre Castellani y Palacio, más tomaran mejor en la marca a García y le pusieran un tipo para que Ayala no se pudiera proyectar y así pasó a dominar el partido.
Y así a los 15 abrió el marcador. Uno de ellos se lleva la pelota trabando (¿De ahí la declaración de Grelak de que no se puede jugar “En puntas de pie”?) le salieron de a uno, quedó mano a mano y definió cruzado lejos del arquero (algo que nunca hacen los jugadores de Ferro)
Y acá aparece el otro Ferro del Multiverso, al que le hacen un gol y se va del partidos, se cae y si el rival es fino le hacen tres goles como en Córdoba. Dos minutos después nos pegan un tiro en el palo que si entraba definía el partidos (si es que ya no lo estaba)
García cambia de punta y se viene a la derecha y con Kihm (otro buen partido del lateral y casi el único que se salva de la debacle) generan la poquísima esperanza de llegar al empate.
Pero encima, en otro Ferro del multiverso, hay uno que débil en defensa. De un equipo al que parecía que hacerle un gol era difícil, pasamos a dos centrales que les cuesta los relevos, que erran el primer pase y que a veces pierden las marcas.
Seguimos partidos al medio, y nuestra respuesta es saltar líneas, pero Romero no entiende ni siente ese juego, pierde todas las divididas. El 9 necesita que le generen juego que lo ponga de frente a la cancha y no jugar de espaldas.
Lo otro que no se entiende es que en el fútbol actual ha sido revalorizado el centro atrás de rastron hacia el medio del área ¡Nos cansamos de ver goles así en el mundial y las ligas! Todos los centros de Ferro son por arriba y paralelos a la linea y así facilitamos la tarea de los centrales.
En definitiva, el primer tiempo se va con un 0-1 que es justo y con la sensación que para empatar hay que cambiar y mucho.
El césped de la cancha del equipo de Los Polvorines es excelente, vos dirás “¿Para que este salame dice esa pavada, otra vez le agarró el alzhaimer?” Pero no, lo señalo porque en los segundos 45 minutos hubiera sido lo mismo que se jugara sobre cemento, arena o goma espuma. Si sumamos cuanto tiempo neto se jugó y de ese tiempo neto, cuanto la pelota estuvo por el césped creo que da tiempo negativo, y esto fue porque era el partido que quería San Miguel y el partido que le hizo jugar a Ferro.
Un dolor de ojos pocas veces visto. Grelak manda a Campos y Benegas x Castellani y Palacio. Pasamos a 4-2-4 y lo poco que Ferro generó de riesgo fue en los pies del pibe que está más acostumbrado a pivotear y fajarse con los centrales.
Tuvimos la más clara, casi la única del todo partido que definió mal Ayala por arriba del travesaño y lo demás (Otra versión de Multiverso) un Ferro caído, sin alma para pelear, resignado a perder, pero además inconexo pasándosela entre compañeros de manera errónea, hasta costándole el control de los pases.
Ellos casi que se encuentran con el segundo gol y el partido está definido.
Entran los pibes Ayala x García, Fernandes Pinto y Monserrat x Ayala y quizás lo único bueno del partido es darle minutos a los chicos del club.
Una derrota que duele y que me animo a decir es peor que la de Córdoba, porque acá Ferro bajó los brazos y nunca estuvo en partido.
Se vienen tres finales y hasta ahora este equipo, exceptuando el partido con Quilmes, no ha estado a la altura.
En las películas de los Multiversos yanquis todas tienen un final feliz. Hasta ahora con Ferro por ahora no sería el caso.