Si “Crónica de un final anunciado” porque la palabra muerte suena demasiado fuerte. Un ciclo de Cordon que quizás ya estaba finalizado mucho antes y no se sabe porque le dieron un poco más de aire.
Y un final que llega con casi todos los argumentos que provocaron ese desenlace. Porque salimos con una formación inédita e inexplicable. Porque otra vez tuvimos los errores defensivos que nunca se pudieron solucionar. Porque otra vez el equipo por momentos se “arrastró” por la cancha y no tuvo respuesta anímica ante una mala. Porque otra vez volvimos a ser ingenuos y así puedo seguir sumando “porques”
La verdad es que, discúlpame verdolaga, pero ni ganas de analizar el partido del domingo. Jugamos contra uno de los peores equipos de la categoría que nos pasó por arriba con Ruiz al arco, línea de cuatro con Murillo, Lorenzo, Boolsen y Rodríguez. Tres en el medio con Mussis, Mercado y Mosca. Tres arriba con Retamar, Levato y Sosa.
Brown con 11 disfrazados de marinero de la década del 20
¿Cuál fue la idea de Cordon al sacar a Pinto y Blanco? Porque la explicación que siempre da, cuándo arma un equipo medio inentendible, es que busca “algo” relacionado con “alguna” debilidad o fortaleza del equipo contrario y esta una de las razones del final de este ciclo. Siempre se hizo todo pensando en el rival y nunca se buscó una línea de juego propia.
Uno lee la formación y lo primero que piensa es “¿Quién roba y quién juega? 65 minutos después de empezado el partido y perdiendo 1-2 ingresaron Blanco y Pinto porque el equipo perdía en el medio y no había una jugada asociada ni en joda.
Y eso no es nada, porque hasta ahí el mejor jugador de la cancha era Franco García ¡Qué había entrado por lesión de Sosa y marcado el empate transitorio!
Porque la verdad, todo el partido fue de los de Madryn, a excepción de los cinco minutos en que marcamos el empate y nos hicieron el gol por una desinteligencia entre Lorenzo y Boolsen, el resto del partido Brown había sido mejor. Con la sencillez de más o menos saber a lo que jugaba y no renunciar a hacerlo. Que se entienda, es muy probable que los chubutenses se vayan a jugar al Federal A, pero en este partido con poco, con muy muy poco fueron superiores a un Ferro que parecía jugar a “reglamento”
No es mucho más lo que se puede decir del partido. Otro ciclo fracasa, otra vez seguimos sin llevar adelante un proyecto serio de fútbol cómo ya lo hemos marcado en esta página.
De tan común ya es parte de una realidad de la que no podemos salir. Vendrá Biggeri, que ya había sonado hace tres meses, cuándo se dudaba de la continuidad de Cordon, pero todo será lo mismo de siempre.
Lo que más duele de este nuevo fracaso es que se podría haber hecho algo mejor, terminamos con un Cuerpo Técnico que volvió a “cajonear” a los pibes del club y una Comisión Directiva que siempre les encuentra un destino “random” para prestarlos.
Quedan varias fechas y el equipo, por lo espantoso que este torneo, todavía está en zona de promoción ¿Puede ascender? Sería un verdadero milagro y todo señala que nuevamente clasificaremos al reducido y nos quedaremos en el camino.
Ojalá el DT que venga pueda encontrarle el rumbo a un equipo que ha cometido todos los errores que no puede cometer y principalmente le dé una identidad al equipo. Pedir que Ferro ya tenga una identidad y trabaje desde inferiores en ese rumbo parece un utopía pero mientras lo sea, nuestro presente será ir cambiando de Técnicos hasta que se dé un milagro.
Y todos sabemos que los milagros, en estos tiempos de mierda, no existen.