Adentro, si adentro del reducido. En todos estos años en el Nacional B, el derrotero anímico del hincha de Ferro fue idéntico. Antes del torneo la ilusión y fe ciega, sea los jugadores que vinieran o el DT a cargo. Mitad del torneo usando la calculadora para ver si tenemos alguna chance de entrar a alguna de las instancias de ascenso que se ofrecían en cada torneo. Final del campeonato viendo cómo los demás peleaban el ascenso… o el descenso, nosotros afuera de todos.
Por todo esto, acceder al reducido se festeja, porque en un momento del torneo todo parecía repetir la secuencia anteriormente expresada, pero finalmente se enderezó el rumbo y finalmente se entró.
Pero el partido con Riestra nos mostró un Ferro que, difícilmente y sin corregir algunas cosas, pueda dar pelea en esta instancia.
Salimos con Miño al arco, línea de cuatro con Grana, Arena, Boolsen y Di Lena. Cuatro en el medio con Campos, Vázquez, Erbes y Mosca. Arriba Díaz y Herrera.
Iba a dar la formación de Riestra, pero es tanto lo que afanan estos muchachos que más que jugadores son miembros de una asociación ilícita y nombrarlos es hacer apología del crimen
Uno sabía de antemano perfectamente lo que iba a pasar en el partido. Riestra bien paradito atrás con cinco en el fondo, para recuperar la pelota y salir rápido con los extremos y jugar de contra, todas la pelotas al teñido del 10, que juega bien, y buscar al 9. Ferro teniendo la pelota pero sin armar circuitos de juego, lento en el mediocampo dónde Erbes juega siempre la sencilla pero nunca desequilibra, Mosca sin pasársela a los de verde, Vázquez perdiendo en el dos uno que le hacen todos los equipos con los que jugamos y Campos tratando de jugar con la cancha de frente pero recibiendo siempre de espaldas.
Arriba Herrera chocando con los dos centrales y Díaz tratando de encarar pero lejos tanto del 9 cómo del mediocampo.
Atrás las cosas eran un poco más sencillas porque Boolsen cumplía en la marca del 9 y en los relevos, lo que le alivia la tarea a Arena que ya no tiene que relevar a todo el fondo. Di Lena observaba el partido porque el ataque de ellos siempre era o intentaba ser a las espaldas de Grana que a veces perdía y a veces ganaba.
Con este panorama, entre que ellos lo poco que arriesgaban era absorbido por el fondo de Ferro y nuestra falta de idea habitual para penetrar un fondo bien parado, el partido era una sucesión de pases mal dados, jugadas intrascendentes y total ausencia de peligro en las áreas.
A eso sumale un árbitro saca partidos de esos que viven cobrando foules a favor de los equipos que defienden, el 0-0 se podía romper solo con un remate de afuera, cómo hizo Díaz y se fue por poco o una desatención en la que uno de Riestra llegó sin marcas pero la tiró afuera (apenas empezado el partido)
Para el segundo Cordon manda a Retamar por Mosca, quién había tenido un partido flojísimo pero que uno imagina que salió más por tener una amarilla y haber zafado de la segunda en el final del primer tiempo.
Ferro se para 4-3-3 y en la primera que arma una jugada más o menos coordinada consigue el primero. Se juega la pelota con paciencia por derecha hasta que Retamar se la rebota a Campos que le pega desde afuera del área, la pelota le rebota a uno de ellos, se levanta y se le mete por arriba al arquero.
Y lo que facilitaba el partido, porque ellos ahora tenían que salir a buscar el partido, nos dura cuatro minutos.
Córner desde la izquierda y es cierto, todos lo vimos, hay foul a Miño que no puede salir y el 9 cabecea para poner el 1-1. Pero también lo que vimos es ¡9 jugadores de Ferro en el área y el delantero de ellos hace el gol casi sin saltar! Así es muy difícil.
Lo que sigue del partido es peor que el primer tiempo. Es cierto que nosotros sabíamos que con el empate estábamos en reducidos y ellos casi que también.
Entran Moreyra y Machado x Campos y Vázquez y es bueno el cambio, más que nada para que More recupere el tiempo que le hizo perder la lesión. Ellos son un poco más “ambiciosos” pero sus intentos mueren en la buena actuación de los centrales de Ferro. En ataque no generamos nada, porque el 4-3-3 se transforma en un 4-3 3 (si con esta separación), dónde Retamar muy aislado casi no tiene contacto con la pelota.
Entran Romero x Di Lena, y Colombini x Díaz, simplemente para cerrar el partido.
Se logró el objetivo (uno piensa que de mínima, pero con la historia que arrastramos todos estos años, casi que es de máxima), lo que viene, por lo visto en los últimos partidos de visitante, es muy difícil. Hay que ganar (el empate no nos sirve), justamente de visitante, contra equipos que, a priori, son superiores.
Siendo justos, el salir a ganar no es tan complicado, Ferro generalmente en este torneo no ha especulado fuera de casa, el tema es que hay que mostrar un temple y actitud que a este equipo no le abunda y por sobre todo saber jugar verticalmente para obtener un gol, porque ellos, obviamente, se van a sentir cómodos con el empate.
El rival es lo de menos, hay que superar a un rival más determinante que es, a veces, el propio Ferro. La fe nunca se abandona y si bien es muy complicado, esto es fútbol y todo es posible.